Se avanza en el Partido de la Liberación Dominicana hacia la fecha del 45 aniversario de la celebración del Congreso Constitutivo Juan Pablo Duarte, asamblea que dejó aprobado un nuevo partido en el escenario político dominicano, al que se le veía muy pocas posibilidades de sostenerse y crecer.
El escenario era del dominio de otras fuerzas en la que descansaba el poder económico y político imperante en República Dominicana.
Fuertes contradicciones en el seno del entonces Partido Revolucionario Dominicano llevó al Profesor Juan Bosch, Presidente del PRD, a presentar su renuncia a sus funciones y a la militancia de la agrupación que, conjuntamente con otros dominicanos exiliados en Cuba, formara en la Habana en la tercera década del pasado siglo.
En la fecha 18 de noviembre de 1973, el profesor Juan Bosch, con un pequeño grupo de dirigentes, hizo pública su renuncia dada a conocer en una reseña periodística.
El 17 de noviembre de ese año, sábado, el Profesor Juan Bosch se paró de forma abrupta de una reunión del Comité Ejecutivo Nacional sin emitir palabra alguna, indignado por la forma irrespetuosa con la que actuaron algunos de sus integrantes, que internamente le enfrentaban.
“Ninguno de los miembros del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, se dio cuenta de cual era mi estado de ánimo, y por ignorarlo varios de ellos se quedaron petrificados cuando en la reunión… sin palabras, poniéndome de pie y saliendo del pequeño salón en el que se reunía el Comité Ejecutivo Nacional” explica el Profesor Juan Bosch en el libro “Un Partido Nuevo en América”.
Al día siguiente 18 de noviembre, en la Casa de Franklin Almeyda en la urbanización El Cacique, de la capital, Juan Bosch decidió formalizar su renuncia del PRD, la que se hizo, como posteriormente confirmó Almeyda en su libro “El PLD y las Fuerzas Sociales” mediante unas declaraciones exclusivas al periódico Listin Diario, redactada por el periodista Pedro Caro a quien el director de dicho medio, Rafael Herrera, envió para recibir las declaraciones que sobre el particular haría Juan Bosch.
Como es de circulación matutina, Listin Diario publicó al día siguiente, lunes 19 de noviembre la historia, pero en horas de la noche del domingo trascendió la noticia, mediante los noticiarios radiales, que en ese tiempo informaban los días no laborables mediante boletines y reportes de unidades móviles.
A quien suscribe, el fenecido Rafael Antonio Luna (Cheché) le comentó que el día que el profesor Juan Bosch salió de la reunión del Comité Ejecutivo Nacional, Tonito Abreu y él fueron a verle a su casa de la calle Cesar Nicolás Penson, para decirle que un grupo de dirigentes del otrora PRD de Santiago querían hablar con él, procurando el retiro de su renuncia. “Díganle que no vuelvo más a ese partido y si ustedes no quieren acompañarme me voy solo” fue más o menos lo que Bosch le dijo a quienes intentaron mediar para el retiro de su separación del partido blanco.
Valor y determinación en Juan Bosch
Que Juan Bosch con 64 años de edad, la edad de los retiros, renunciara a la presidencia y militancia de la agrupación que le lleva a la presidencia de la República para formar, menos de un mes de después un nuevo partido, confirma su gran valor y su determinación.
Características que quedaron confirmada con el anuncio de la formación del PLD, en plena festividad navideña, el sábado 15 de diciembre de 1973, luego de la asamblea constitutiva que llevó el nombre del patricio Juan Pablo Duarte.
En el discurso central de la asamblea de Constitución del PLD el Profesor Juan Bosch explicó claro las razones del salto cualitativo que decidió dar.
Dijo que duró más de tres años, quemándose día a día, para dar sustancia a la agrupación que estaba renunciando, en un esfuerzo por darle sustancia y unidad ideológica y una organización que en vez de basarse en decisiones personales se basara en decisiones de organismos.
A la par con ese concepto Juan Bosch procuraba también la disciplina que debe primar en todo núcleo social para que predomine el respeto.
En las motivaciones para convertir al Partido de la Liberación Dominicana en un partido de militantes, el profesor Bosch en el libro citado, “Un Partido Nuevo en América”, precisa lo siguiente: “El PLD tiene que ser un partido de militantes, no se simpatizadores, tiene que ser un partido que haga cosas, no que se conforme con oír opiniones,. Necesitamos que el PLD sea una fuerza viva; una fuerza que al mismo tiempo actúe sobre el pueblo y se apoye en el pueblo, y de esa manera le llevará al pueblo nuestros planes y nos traerá a nosotros las inquietudes del pueblo”.
En gran medida esos conceptos se han cumplido, pero en el PLD de hoy, muchas de esta líneas generales se les ha dado de lado.
A los 45 años después nos encontramos con un Partido de la Liberación Dominicana numeroso, fuerte en el cual, debemos admitirlo, se ha diluido la organización, la disciplina y la formación en política de los orígenes, cuando predominaba la calidad.
Se impone entonces, como reflexión en el trayecto hacia el 45 aniversario, que de la cantidad pasemos nuevamente a la calidad como lo pregonó Juan Bosch para continuar transformando el país y trabajar por su progreso y bienestar.
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